En 1947 unos beduinos sacaban a la luz los primeros fragmentos de los manuscritos del mar Muerto. Hoy ha llegado la hora de hacer balance de las investigaciones e hipótesis.
André Paul traza la historia de los descubrimientos y de la publicación de los manuscritos, ofrece el catálogo razonado de los rollos y fragmentos, y hace que el lector penetre en los complejos engranajes de la sociedad judía de la época. Se percibe el cristianismo en gestación, el judaísmo de los rabinos y algunas manifestaciones de la corriente mística que llevará a la Cábala; más aún, una verdadera gnosis se mueve allí bajo ropajes judíos.
En este cuadro apenas aparecen los esenios. La tesis esenia del origen de los manuscritos, elaborada apresuradamente, se encuentra echada a perder, incluso reducida a la nada.
El autor cede también la palabra a los arqueólogos de una "nueva ola", que, con sus propuestas, contribuyen a hacer volar en pedazos el dogma "esenio".