Terremotos devastadores. Tsunamis y huracanes nunca vistos. Temperaturas globales inaguantables. Guerra mundial. Desde siempre, el hombre ha querido predecir cómo terminará todo. Ahora, Lawrence E. Joseph revela por qué 2012 se ha señalado como el día del fin del mundo, tanto por fuentes antiguas como por la ciencia contemporánea.
La radiación del sol va en aumento y los científicos calculan que alcanzará su punto máximo en 2012. El sistema solar está entrando en una nube de energía dentro de la galaxia que puede afectar al clima y la atmósfera. El supervolcán del parque Yellowstone da muestras de volver a entrar en actividad. Y hasta el calendario maya indica el 21 de diciembre de 2012 como el día del fin del mundo. Todo se combina alrededor de esa fecha mágica.