En un futuro desgarrado por la guerra, durante el cuadragésimo primer milenio, la Inquisición libra una lucha secreta contra los enemigos más siniestros de la humanidad —los alienígenas, los herejes y los demonios— para proteger el Imperio del Hombre y las almas de sus habitantes.
El inquisidor Gideon Ravenor, antiguo pupilo del inquisidor Eisenhorn, de infausta memoria, es uno de los pocos elegidos para librar esa lucha. En el inicio de su carrera quedó tullido en el atroz episodio de la Puerta Espatiana, en Tracian Primaris, y confinado en un sistema de soporte vital que le impide el contacto físico con el resto del universo.
Mediante su grupo de agentes de campo de élite, el inquisidor Ravenor debe utilizar sus grandes poderes psíquicos para investigar el subsector Angelus, donde un poder sombrío y desconocido está esclavizando las mentes tanto de los ricos como de los pobres. Ravenor se ve obligado a llevar a su equipo hasta las fronteras del espacio imperial y a luchar por sobrevivir ante un enemigo tan implacable y poderoso como él mismo.