Hoy no está de moda hablar de Dios. Será quizá porque son pocos los hombres que hablan con Dios. El cristiano sabe que mal se puede hablar de Dios si no se tiene el valor de callar, de apagar los ruidos que a diario nos aturden. Hablar con Dios, hablar de Dios es, primero y fundamentalmente, callar nosotros y dejar que Dios nos hable, escucharle.De la mano de uno de los teólogos más grandes de nuestro tiempo, H.U. von Balthasar, este libro acerca a la única y verdadera fuente de la oración cristiana: el encuentro personal con Jesús de Nazaret, Palabra definitiva de Dios a los hombres. Éste es también el principio que debe alimentar toda praxis verdaderamente liberadora en la vida del cristiano: en Jesús, Dios se encarnó y se hermanó de una vez para siempre con los hombres.