Pompeya es uno de los mayores mitos de la historia, un enigma fascinante que sigue suscitando todo tipo de suposiciones y teorías. La originalidad de la propuesta narrativa de Lundgren consiste en mostrar los entresijos de la vida cotidiana de un nitrido y divertido grupo de personajes, entre los que destacan los miembros de un grupo de teatro. El lector sigue en sus correrías etílicas y sexuales a diversos protagonistas, y conoce con ello unos códigos de comportamiento, unos hábitos y unos modos de pensar en los que fácilimente puede reconocerse.
En las antípodas del modelo de la novela histórica rígida, seria y académica, esta novela desprende una frescura y un buen humor que resultan de veras nuevos en el género.