Cristóbal de Virués nació en Valencia, a mediados del siglo XVI, en el seno de una distinguida familia. Su padre fue médico y se sabe que mantuvo una relación de amistad con el humanista Luis Vives. Sus hermanos fueron personas relevantes de la vida intelectual valenciana: Jerónima fue una experta latinista; Francisco fue poeta y doctor en teología; y Jerónimo, médico y poeta, perteneció a la Academia de los Nocturnos. El mismo Cristóbal de Virués fue figura muy estimada no sólo en su ciudad natal, sino también por algunos de sus contemporáneos, como Cervantes, Agustín de Rojas o Lope de Vega, con el que tuvo relación cuando este estuvo forzosamente afincado en Valencia. Hombre de armas y letras, celebró en sus obras alguno de los éxitos bélicos españoles, a la vez que critica la despreciable actuación de los cortesanos que, con sus intrigas palaciegas, destruían con frecuencia los resultados de las empresas militares. Las dos obras que presentamos tienen como heroínas a dos mujeres de excepcional valor en sus respectivos entornos dramáticos. Mientras Dido es el modelo de la mujer y de la reina virtuosa, Semíramis encarna y transporta la dramatización de un cúmulo de vicios. Una y otra, sin embargo, están dotadas de una inteligencia superior y de una gran habilidad para llevar adelante sus respectivos proyectos políticos o amorosos.