Estos cuatro libros, que Confucio no redactó personalmente, son el canon de su escuela, también conocida como “de los Letrados”. Frente al individualismo anarquizante del taoísmo, el confucianismo representa la dimensión social del hombre, cuya moralidad viene definida por el deber, la posición y la función, ya sea en la familia o en el Estado. Se trata de textos, en fin, que demuestran que la historia y la cultura chinas son tan incomprensibles sin las doctrinas de Confucio como las europeas sin la filosofía griega y el cristianismo.