El silencio del mar no sólo puede ser considerada una pequeña obra maestra de la literatura francesa, sino seguramente el título más representativo de la Resistencia cultural de Francia contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Su autor, un artista plástico llamado Jean Bruller, que abandonaría el dibujo para dedicarse a escribir, firmaría el primero de sus títulos con un extraño seudónimo, Vercors, recordando instintivamente la imagen del macizo montañoso que fue escenario de gestas heroicas de los partisanos frente a los invasores alemanes. Hasta el fin de la guerra ocultará su verdadero nombre a todo el mundo, incluso a su familia y amigos íntimos.
El 20 de febrero de 1942 sale a la luz "El silencio del mar", un volumen de apenas cien páginas elaborado artesanalmente con visible esmero. Los ejemplares se distribuyen por la Francia libre y, con grandes dificultades, por la ocupada. Proliferan las copias a multicopista e incluso muchos ejemplares son lanzados en paracaídas sobre territorio continental. Los problemas morales y filosóficos derivados de la guerra inspiran los relatos de este hermoso volumen.