Siete relatos componen este rotundo y poderoso cuadro de
las relaciones humanas que es Azufre. La mirada certera y auténtica
de Pepe Cervera deja a la vista los frágiles y heroicos
mimbres con que los seres humanos montamos y sostenemos
nuestras vidas. Algunos de los textos de esta colección nos sitúan
ante las difíciles y a menudo irreconciliables relaciones
entre padres e hijos: paisajes helados e insalvables de «Kilómetros
y kilómetros». Cervera se asoma a ese pasado que da miedo
remover, a los daños irreparables que nos causaron o causamos,
y que perviven por generaciones. Encontraremos también
aquí al gran Chet Baker en una pieza de atmósfera teatral que
aborda el maltrato y la crueldad paternos. Sabremos también
cuál es el horizonte real de muchos octogenarios, o los secretos
de una familia reunida en navidades en tiempos del presidente
Kennedy. Haremos un viaje hasta una escuela de arte en el
París del XIX para que se nos hable con sutileza del deseo, del
imaginario, del cruce de miradas entre dos clases sociales…
La lucidez que proporciona los años se refleja en «Conexiones»,
elogio de la amistad de un par de matrimonios que, pasados
los cincuenta, se encuentran en una casa en la playa, dialogan
sin tapujos y contemplan aún extasiados el mundo. El último
relato, «A propósito de las jóvenes ideas», es una visión absolutamente
deslumbrante de quienes, como el autor, vivieron de
adolescentes y jóvenes en los ochenta aquella locura de la llamada
«ruta del bacalao». Cervera consigue un intenso, prodigioso
y detallado retrato generacional de quienes trataban de
escapar, salvarse o redimirse y quedaron en el camino o sobrevivieron
de milagro.