La personalidad del autor del Diccionario Filosófico se adapta fielmente a esta forma de narración que es la novela filosófica, aguda, contrastada, rayada a veces en lo silencioso, de cuyo género es cabal exponente Cándido o El optimismo.
En ella, apoyándose en la sátira del optimismo metafísico de Leibnitz, se hace una crítica feroz a toda clase de optimismo intelectual fácil y simplista.
Sobre tales supuestos se desenvuelve el relato incitante y vivo de los avatares de Cándido, en cuatro continentes, agitado permanentemente por los destellos de la inteligencia volteriana.