Entre los meses de mayo y junio de 1937, en plena Guerra Civil española, Pablo Picasso pintó Guernica. Desde entonces, su fortuna crítica se ha visto forzosamente vinculada al destino que entregó al lienzo a un largo periplo por el mundo y al fecundo manantial de interpretaciones al que ha sido sometido por los avatares de la historia. Estos factores han contribuido a que Guernica transcienda su dimensión de obra de arte, habiéndose convertido en el siglo XXI en una imagen capaz de generar una densa encrucijada de significados donde confluye su poder de mito, icono popular o símbolo cultural ilustrado a una escala global.
Reuniendo once ensayos, este libro centra la atención en tres esclarecedores asuntos: la posición y recepción del cuadro Guernica en la diversificada cultura popular contemporánea; su carga representativa en los debates éticos y la tensión que ha generado el legado de su imagen en el equilibro artístico entre lo vernacular y la globalidad.