La venerada tradición de la ilustración botánica se remonta al Renacimiento. Surgió del deseo de catalogar la naturaleza en su esplendor impredecible, y la tarea necesitó de la participación de artistas de talento.
Con su extraordinaria habilidad para capturar los temas más intrincados de la naturaleza, Pierre-Joseph Redouté está considerado el mejor pintor y grabador de motivos botánicos. Trabajar con plantas vivas en lugar de los especímenes de herbario proporcionó a sus acuarelas una sutileza y frescura inusuales. También fue un innovador en los métodos de impresión, e introdujo en Francia la técnica de grabado del punteado en busca de una mayor exactitud en su arte. Redouté logró por casualidad el apoyo de algunos de los mecenas más influyentes de la época, incluidas María Antonieta y la emperatriz Josefina Bonaparte, lo que le aseguró una buena financiación y exposición de su trabajo.Su impresionante colección comprende más de 2.000 pinturas de plantas realizadas con estricta fidelidad a las formas naturales. En esta exquisita edición de Les Roses, Redouté dirige su atención a la flor más romántica, deseable y evocadora. Publicada originalmente en tres volúmenes entre 1817 y 1824, sigue siendo su obra más famosa y celebrada.