Afrontar críticamente El público resulta una tarea grata y difícil al tiempo, siempre apasionante. Para comprenderlo, es preciso tener en cuenta las especificidades de un texto singular por varios motivos: en primer lugar, se trata de un drama inacabado, es decir, de un texto carente de una fijación definitiva; en segundo término, hasta hace poco se ha defendido, casi sin oposición, que el drama se hallaba incompleto, a falta de un cuadro desaparecido; finalmente, las dificultades interpretativas son de gran alcance y, en ocasiones, rozan lo inextricable: tal sucede con la estructura, aparentemente caótica, del drama, así como con muchos de sus símbolos, apenas penetrables.