El mayor desafío en diseñar viviendas consiste en gestionar el delicado equilibrio entre la estética y los deseos personales de los ocupantes. Mientras que es importante para la estructura el reflejar la visión y el estilo del arquitecto, en última instancia el cliente tiene que sentirse en casa bajo ese techo. Por lo tanto, resulta particularmente interesante examinar los hogares que los arquitectos crean para sí mismos.
Si las casas reflejan la personalidad de sus dueños, entonces los hogares de los arquitectos son como autobiografías. La ubicación, la distribución, el estilo, la iluminación, las obras de arte, el mobiliario: cada detalle añade color a la historia. Cada una de estas viviendas, presentadas de la A a la Z por arquitecto, dice más de su diseñador que lo que podría posiblemente cualquier otro edificio.