«De Angelis» quiere decir la ciudad de Los Ángeles y la misa 'de angelis', es decir: postmodernidad y tradición; pero también carácter angelical de la cultura democrática del diálogo, a la vez que carácter demoníaco, vampírico del capitalismo que es su misma alma.
Tras el presentimiento de inmensos cambios históricos, la filosofía se da cuenta de que su génesis le es externa y de que sus pretensiones no pueden sino hacerse más modestas, pero también más responsables. Es la hora de revisar tanto la tradición filosófica moderna como las exigencias que plantean cambios culturales de una dimensión antropológica inédita.
El libro comienza dando una impresión intuitiva de las nuevas formas de organización y valores sociales, para, a continuación, plantearse el lugar de la filosofía en la «postmodernidad», cuya historia y acepciones son estudiadas críticamente. El autor se detiene a estudiar filosóficamente la arquitectura como hecho significativo de la constelación del cambio en los años setenta y ochenta, así como otros ejemplos estéticos, tomados de Heidegger, la teoría musical de Adorno, la televisión y el cine contemporáneo. La obra se cierra con el análisis de la nueva dimensión política del intelectual, atendiendo a la reivindicación de Marx por Derrida y a los cambios en la sociedad tecnomedial.