Estos cuentos deliciosos, breves, vigorosos, a menudo crípticos, son los textos auténticos del jasidismo, el apasionado movimiento religioso que floreció en Europa oriental durante el siglo XVIII y pervive aún hoy. Son anécdotas legendarias que nos relatan acontecimientos particulares, despejándolos de lo no esencial y ogrando que cada uno ilumine todo su destino. Los tzadikim, los maestros, los protagonistas de estos cuentos, son hombres de carne y hueso, pero sus vidas parecen casi simbólicas. Nos expresan -dice Buber- la fuerza y la alegría sagrada con que Dios se hace visible en todas las cosas.